miércoles, 26 de agosto de 2009

Ontología y Virtualismo

Siendo el lenguaje un sistema de signos (Saussure), llama la atención la siguiente vivencia que el símbolo ha llegado a significar en la era de las sociedades globalizadas de la información y la comunicación:

"En las sociedades tecnológicas de nuestros días, el símbolo tiene como función principal ocultar la carencia de realidad"

¿Ciberciudadaní@ o ciudadani@.com? (2004)
Antonio-Enrique Pérez Luño

Esa frase... "la carencia de la realidad"... me seduce cada vez que la leo. Su significado me hace sentir un vacío irremediable, prácticamente inexorable. ¿Qué es esta "carencia de realidad" que caracteriza la cosa virtual? ¿Es vivir en aquella nada-algo que expresa su no-ser a través de redes inmateriales de relación colectiva? Esta carencia no es más que el mismo concepto democríteo del "vacío" a través del cual las cosas se dan y llegan a ser. Es un no-ser que tiene existencia, un ente que es no-siendo.

Pues he aquí, entonces, la carencia de realidad: la expresión tácita de lo óntico. Esta nueva 'realidad' está implícita en su ausentismo, reafirmando su grado sublime de la existencia 'irreal' (al estilo democríteo).

Nos estamos aventurando hacia una vivencia humana de carácter neutral. Esta neutralidad no significa menos sentimiento, pasión o incluso vivencia. En verdad que no significa otra cosa que crear sobre la nada que se da aparencialmente. La realidad se abre a una nueva modalidad...


Por otra parte, es su ocultamiento lo que más define su esencia inmutable, única e idéntica en la historia del acaecer. Ya lo dijo Heráclito de Éfeso tanto tiempo atrás, a la naturaleza le gusta esconderse...

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